En el segundo test de pretemporada de 2024 y en la primera de las dos jornadas de entrenamientos en Qatar, la acción comenzó bajo el sol y terminó bajo las luces del circuito de Lusail. Tras el calor de Malasia, Raúl ha tenido que adaptarse a unas temperaturas del aire y de la pista considerablemente más bajas, que descendieron de forma constante durante las tandas diurnas y nocturnas, así como a la diferente configuración de la pista y a las características de la superficie de este trazado.
Para el piloto madrileño, después de ser declarado apto para pilotar tras la caída que sufrió en la primera jornada del test de Sepang, el objetivo inicial era asegurarse de que estaba cómodo en su RS-GP23 y luego ponerse al día con el trabajo de puesta a punto que se perdió en Malasia.
Una vez confirmado el buen estado físico, la atención se centró en la electrónica y la puesta a punto del chasis. Gracias a un plan de trabajo muy elaborado, Raúl se ha concentrado en encontrar velocidad y equilibrio sobre su Aprilia.
"Sinceramente, me siento muy, muy afortunado de estar aquí porque fue un gran impacto en Sepang y no tuve tiempo suficiente para recuperarme al 100%. Pero, de todos modos, me siento bien sobre la moto. Esto es importante, dar algunas vueltas, recoger algo de información, porque llegar directamente al fin de semana de la carrera sería súper difícil. Así que me siento muy feliz de estar aquí".
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